Hace poco actualizamos este artículo, que publicamos hace meses y que nos ha servido de gran ayuda para practicar la Presencia durante el confinamiento. Alguna de las pautas tienen que ver con los desplazamientos al trabajo y para volver a casa. Si no es tu caso, aprovecha esos consejos para los momentos en los que sales, ya sea a comprar, a pasear, o a hacer ejercicio, por ejemplo.
La Atención Plena o Mindfulness es útil entre otras cosas, para cultivar la capacidad de apreciar la Plenitud de cada momento, en definitiva, Saborear y Vivir la Vida.
La Atención Plena es una antigua práctica budista, que tiene una gran importancia en nuestra vida actual, como herramienta para examinar quiénes somos y cuestionar nuestra visión del mundo y el lugar que ocupamos en el mismo.
Teniendo en cuenta que nuestro estado de conciencia durante las horas de vigilia es tan limitado y limitante, que se parece más a un estado de sueño que a estar despierto, la Meditación es una gran aliada para contribuir a nuestro despertar. De alguna manera, vivimos en un sueño en el que funcionamos con una pauta automática e inconsciente.
Los sabios, los yoghis, los maestros zen han explorado este territorio en profundidad durante miles de años y han aprendido que al investigar interiormente nuestra propia naturaleza como seres, y especialmente la naturaleza de nuestra mente a través de una auto-observación rigurosa, llegamos a experimentar mayor satisfacción, armonía y sabiduría en nuestra vida.
La Atención Plena es un concepto sencillo. Su poder reside en el hecho de practicarla y aplicarla.
Midfulness o Atención plena, significa prestar atención al momento presente, sin juzgar. Este tipo de atención permite desarrollar una mayor conciencia, claridad y aceptación de la realidad del momento presente. Nos despierta para que podamos darnos cuenta de que nuestra vida se produce sólo en momentos. Si durante la mayoría de estos momentos no estamos plenamente presentes, es posible que nos perdamos lo que es realmente valioso en nuestra vida y que no nos demos cuenta de la riqueza y la profundidad de nuestras posibilidades de crecimiento y transformación.

La mayoría de las veces nuestras acciones y comportamientos son mecánicos e inconcientes, motivados por temores e inseguridades profundamente arraigados en nosotros.
Si no nos ocupamos de ellos, con el tiempo tienden a exacerbarse y dejarnos con una sensación de estancamiento y desconexión. Y puede que acabemos perdiendo la confianza en nuestra capacidad de redirigir nuestras energías para lograr una mayor satisfacción y felicidad, incluso una mayor salud.
"La Atención Plena, nos proporciona una manera sencilla pero muy potente para salir del estancamiento y recuperar el contacto con nuestra sabiduría y vitalidad, haciéndonos cargo de la dirección y la calidad de nuestra vida, de nuestra relación con nosotros mismos, incluyendo las relaciones familiares, trabajo y con el mundo en general" Jon Kabat Zinn.
Meditar es salir de la corriente de pensamientos, sentarnos a su orilla y escuchar, aprender de ella y utilizar su energía para que, en lugar de dominarnos, nos sirva de guía. Este proceso, que requiere energía, es el cultivar nuestra capacidad de estar en el momento presente.
A continuación te presentamos 15 sencillos ejercicios que nos recomiendan desde la Universidad de Massachusetts para practicar la Atención Plena en nuestro día a día:
1. Cuando despiertes, antes de levantarte observa tu respiración.
La calidad de nuestra respiración nos dice mucho sobre nuestro estado del Ser. Cuando la respiración es suave y constante estamos tranquilos y en paz. Cuando nuestra respiración se obstruye o acelera nos tensamos.
2. Antes de salir de la cama, observa tus pensamientos:
¿Cuál fue tu primer pensamiento al despertar? Esta práctica te ayuda a ponerte en contacto con lo que hay en tu mente y cuáles son tus preocupaciones o motivaciones. Visualiza creativamente tu día.
3. Siempre que te sea posible, come en silencio.
Antes de que comer, considera a todas las personas implicadas para que tus alimentos estuvieran en tu plato: agricultores, camioneros, gente en los supermercados. Siente gratitud para todas esas personas.
4. Enfócate en hacer tus comidas con atención.
Cuando comas solo come, no hagas nada más, no veas la tele, no trabajes o te distraigas con el ordenador, no conduzcas, ni trabajes. Mastica y saborea cada bocado, disfruta el aroma y la textura de tus alimentos.
5. Observa tu entorno:
El sol, la lluvia, el viento, los árboles, los paisajes y sonidos en tu camino al trabajo, a la escuela o una cita. Al conducir tu automóvil, al caminar o sentado en el metro... sé consciente y cuando llegues a tu destino observa tu estado de ánimo y tus pensamientos: ¿estás en el presente o estás en el pasado o planeando tu futuro? Revisa y conecta con el presente
6. Sé consciente de tu tensión o ansiedad...
.. Por ejemplo, cuando tienes prisa por llegar a tiempo a un lugar y simplemente disfruta el proceso, el camino.
7. Respiración consciente.
Reserva cada día pequeños espacios en los que ser consciente de tu respiración: en el trabajo, mientras estás sentado en tu escritorio, frente a tu ordenador, mientras hablas por teléfono o cuando conversas en persona. En esos momentos, sólo pon tu atención al entrar y salir del aire. La Respiración Consciente es la base para fomentar la consciencia en el resto de tus actividades diarias. Puedes utilizarla como base para tus prácticas de meditación, bien sea sentado, o tumbado.
8. Permítete unos momentos para estar en tranquilidad.
Utiliza señales diarias como recordatorio para conectar contigo mismo: el timbre, el teléfono, una campana, al encender tu portátil, o una luz.
9. Cuando termines tus actividades diarias
Tómate un espacio para apreciar lo que has logrado y considera cómo has interactuado con otros. ¿Tuviste un tono amable, útil y apropiado en cada situación? Sólo se consciente, no te juzgues. Este es un buen comienzo para darte cuenta de patrones habituales inconscientes.
10. Al volver a casa
Considera el traslado de regreso a casa como un espacio de transición entre tus actividades diarias y espacio personal.
11. Cuando llegues casa
Entra con tranquilidad y amabilidad. Intenta hacerlo todo con calma
12. En las esperas, sé consciente de tus sensaciones corporales
Por ejemplo, mientras guardas tu turno para entrar al cine, o para pagar la compra, o mientras esperas a alguien. toma conciencia de tus sensaciones corporales, sonríe, observa la calidad de tus pensamientos y sentimientos. Hay muchos espacios donde puedes reconectarte.
13. Cuando te duches
Siente como el agua te limpia y refresca, es una gran oportunidad para relajarte y conectar con las sensaciones en tu cuerpo.
14. Cuando vayas a la cama
Prepárate para dormir: respira profundo, toma consciencia de tu cuerpo, relájate y deja atrás las actividades, sin pararte a hacer planes para mañana. Conecta con los latidos de tu corazón y quédate en ese espacio.
15. Una recomendación:
Puedes elegir solo una de estas 15 prácticas para realizar durante un día o una semana y poner toda tu atención y consciencia en ella. Así te familiarizarás poco a poco con estar más presente en las actividades cotidianas.
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